miércoles, 16 de agosto de 2017

Termas de Bañales - Uncastillo

Las termas son posiblemente el  edificio que presenta un interés mayor, ya que es uno de los mejores conservados. 
Su construcción se ha datado a mediados del siglo I, poseía capacidad para albergar a más de cincuenta usuarios que, por las agujas de hueso para el cabello encontradas en las excavaciones, pudieron ser tanto hombres como mujeres. Las excavaciones han sacado a la luz la estructura prácticamente  total de su planta pudiendo adivinarse el uso de cada estancia y su recorrido por las diferentes salas.  
A el se accede por el lado Este del edificio, por la entrada monumental formada por un pórtico de tres arcos, que da acceso a un primer vestíbulo, descendiendo los cinco escalones siguientes llegamos a una pequeña sala de espera para los criados con bancos corridos.  Tras atravesar un pequeño pasillo abovedado se accede al apodyterium, en el que todavía se conservan los loculi, hornacinas para dejar la ropa y los objetos personales. Desde aquí continuaríamos el recorrido hacia las diferentes salas de baño: el frigidarium; el tepidarium, y el caldarium. El resto de estancias serían el destrictorium, para los masajes y las unciones, el laconicum o sauna y dependencias para realizar ejercicios físicos. 
En las excavaciones se encontraron los restos del del praefurnium y del hypocaustum, además de lucernas, abundantes fragmentos de recipientes de vidrio para ungüentos y aceites, tubos de cerámica y plomo para la conducción de las aguas... 
Los baños estaban en uso cuando Pedro II los donó al convento de Cambrón en 1212. Se ha puesto en valor los restos de una vivienda al oeste de las termas, con una tabernae, que se asocia con una tienda de perfumes.

(Tarraconensis)

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