miércoles, 15 de abril de 2015

Ciudad romana de Eliocroca - Lorca

Tras la segunda guerra púnica se documenta, al igual que en todo el sudeste, un cambio en los patrones del asentamiento. Antes, la población habita las cumbres de los cerros, sitios fácilmente defendibles. Tras la conquista por parte de los romanos, estos no quieren a sus espaldas focos de resistencia que si habitaran los cerros serían difíciles de someter. Por eso se inicia un proceso de ocupación de todo el valle del Guadalentín, construyéndose numerosas villae como La Quintilla, en torno a las cuales se articula la explotación del territorio y que atrae a numerosa población indígena.
En las recientes excavaciones efectuadas en el castillo, y en concreto en las estructuras halladas en el casco urbano, han permitido relacionar la Eliocroca de los romanos con la ciudad de Lorca. Apenas se han hallado restos arqueológicos de época altoimperial, en cambio si son frecuentes en el llano lo que prueba este traslado de la población.
Durante este tiempo (siglos I-II d.C.) Lorca experimenta un gran auge que se documenta sobre todo en las magníficas villas construidas en su entorno; sin embargo, la crisis del siglo III d.C supuso otro punto de inflexión. La inestabilidad política y económica que se genera provoca el abandono de muchas de estas villas y mueve a la población otra vez hacia el Cerro del Castillo.
Del poblamiento de los siglos V al VII d.C poco se sabe; los restos arqueológicos, abundantes sobre todo en el Castillo, dan un testimonio de continuidad, ello unido a su importante situación estratégica hizo probablemente de la ciudad un establecimiento visigodo. En el cerro se desarrollarían todas las labores de la vida doméstica pero también las industriales.

Calzadas donde se incluye
Calzada
Enlace
Ab Arelato/Narbone, inde Tarraco, Carthagine Spartaria, Castulone
http://cheno-roma.blogspot.com.es/2015/07/a-2-ab-arelatonarbone-inde-tarraco.html

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